Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega. Las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las características básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Imprescindibles
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
No imprescindibles
Estas cookies pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos estadísticos sobre el uso del sitio web y para recopilar datos del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados. Activándolas nos autoriza a su uso mientras navega por nuestra página web.
De FORNER, ANA. Editado por Booket. Si deseas comprarlo su precio es 8,95€.
info
Nunca me han gustado los hombres más jóvenes que yo ?no por nada, sino porque no son mi tipo? y, por supuesto, nunca me han gustado los niñatos insolentes a medio hacer ?tampoco por nada, sino porque a mí me van más los maduritos interesantes?. Sin embargo, todo eso cambió un maldito bucólico fin de semana en el que él se cruzó en mi camino, con su pelo rubio, revuelto, sus ojos azules y esa sonrisa desdeñosa cargada de arrogancia que me ponía mala. Sí, en pasado, porque no sé en qué momento eso empezó a cambiar y pasé de verlo como a un crío descarado a pensar en él como en mi «chico de anuncio».
Vaya por delante que me toca mucho las narices todo lo que siento cuando estoy a su lado, y ni te cuento lo que me joroba que me haga gracia o que no deje de pensar que es un encanto, porque, en serio, no quiero nada con él.